El primer y segundo chakra están más orientados con nuestro instinto, el tercero, Manipura, es la transición hacia un fuerza o voluntad que va más allá de lo material, por eso, su elemento es el fuego. Al estar ubicado en esa parte del cuerpo se relaciona con todos los órganos físicos que requieren de calor para su función, como el cinturón gástrico, hígado, páncreas, vesícula biliar, etc. Así mismo, el color con el cual vibra es el amarillo, que también alude al calor y a la fuerza, como el sol.
Pero toda transformación implica una confrontación con nuestros deseos y nuestras pasiones, la totalidad del mundo emocional se desata para generar un ser nuevo. Este centro es la primera localización psíquica dentro de nuestra experiencia consciente, de hecho hay tribus primitivas que tienen su localización psíquica precisamente en el abdomen, donde se encuentra el llamado primer cerebro: el estómago. Por eso cuando algo emocionalmente nos afecta nos da dolor de estómago, y cuando nos encontramos en actitud de obstinación nos da estreñimiento.
Posturas para equilibrar manipura chakra:
Paripurna Navasana: esta postura es muy buena para estimular los riñones y el intestino, en esta postura hay una activación importante de la zona abdominal, desarrolla la fuerza de voluntad y previene problemas lumbares.
Marichyasana: alivia del dolor de la parte baja de la espalda, aumenta la circulación sanguínea en órganos abdominales, reduce las flatulencias, tonifica hígado.
Janu Sirsasana: agudiza la memoria, alivia la migraña y tensión ocular, normaliza la presión arterial, vitaliza la glándula suprarrenal, reduce cólicos menstruales.
Para equilibrar o trabajar los aspectos mencionados anteriormente es necesario hacer un reconocimiento de nuestras emociones, permitirnos ser observadores de lo que experimentamos internamente sin juzgar y a partir de allí trabajar en el mejoramiento de nuestros impulsos. Realizar actividades artísticas y de expresión son muy buenas como pintar, bailar, hacer procesos psicológicos terapéuticos y permitirnos compartir con personas que busquen también un bienestar general, los pequeños e íntimos rituales personales son una forma de activar esta energía y canalizarla de forma positiva.
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