El polen es un alimento que se recoge de la colmena de las abejas, las cuales lo toman de las plantas y lo transportan a su panal en forma de gránulos anaranjados que elaboran ellas mismas.
El polen de abejas es considerado uno de los alimentos más nutritivos y completos, se pueden encontrar casi todos los nutrientes necesario para las personas como proteínas, fibra, azúcares, minerales, vitaminas, y una gran variedad de enzimas. Se trata del único alimento que contiene todos los aminoácidos esenciales. Posee propiedades antifungicas, antibacteriales, antivirales, reduce la inflamación y estimula al sistema inmunológico
Beneficios:
- Aumenta la resistencia física, reduce la fatiga y facilita la recuperación después de una convalecencia.
- Mejora la irrigación cerebral y la capacidad intelectual.
- Regula el sistema nervioso, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.
- Mejora el sistema digestivo y combate la falta de apetito; además, favorece y regenera la flora bacteriana intestinal.
- Mejora la visión, gracias a su contenido en riboflavina.
- Estimula el sistema inmunitario y sube las defensas.
- Compensa la hipotensión de manera gradual y natural.
- Favorece el desarrollo y crecimiento de los niños.
- Regula los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre y equilibra el pH sanguíneo.
- Es un excelente suplemento protector para pacientes con cáncer que están sometiéndose a quimioterapia o radioterapia.
- Mejora el sistema circulatorio y cardiovascular.
- Reduce la inflamación de próstata o prostatitis, gracias a su contenido en zinc y hormonas sexuales.
- Detiene la caída del cabello en algunos casos, gracias a su contenido en cistina, un nutriente que aumenta el sistema piloso.
- Combate la rinitis alérgica, a largo plazo.
Cómo consumirlo:
El polen es un alimento que no se debe consumir entero ya que nuestro cuerpo no lo digiere ni
asimila, por lo que no obtendríamos ningún beneficio para la salud. Por eso, es muy importante ingerirlo siempre en polvo o en extracto líquido.
Como el polen suele venderse en gránulos, podemos molerlo nosotros mismos para tomarlo mezclado con otro alimento.
Cantidades recomendadas:
Podemos empezar a consumir el polen en cantidad reducida, para ver cómo lo tolera nuestro organismo e ir aumentando de manera progresiva. Estas son las dosis diarias recomendadas de polen para adultos y niños según su edad:
Adultos: Dos cucharaditas (16 g) de polen en polvo como tratamiento y una cucharadita y media (12 gr) como mantenimiento.
Niños de 3 a 5 años: Una cucharadita rasa (4 g) como tratamiento.
Infantes de 6 a 12 años: Una cucharadita (8 g) como tratamiento.
Niños mayores de 12 años: Dos cucharaditas (16 g) como tratamiento.
Podemos tomar el polen durante 20 días seguidos y descansar los 10 siguientes, y repetir según las necesidades de nuestro organismo. El mejor momento del día para consumirlo es por la mañana, en ayunas.