Desde la perceptiva del Karma, no existe nada en el universo que se manifieste como casualidad o accidente, nada ocurre sin una causa definida. Las acciones están destinadas a reaccionar sobre el actor con igual fuerza y efecto; si una persona daña a otra realmente se esta dañando a sí misma. Una acción incorrecta traerá miseria, dolor, caso contrario, si se actúa a favor de los principios de Amor Universal, las bendiciones abundan. Las acciones virtuosas traen felicidad y tranquilidad a tu familia, sociedad, la humanidad y al universo.
Detrás de toda acción existe deseos y pensamientos. El deseo por un objetivo surge en la mente, luego la entidad viviente piensa como conseguirlo y se esfuerza por poseerlo. El Karma produce sus frutos placenteros o dolorosos de acuerdo a la naturaleza de la acción y el ser tiene que tomar un nacimiento tras otro para cosechar los frutos de ese Karma, puede expresarse como: deseo. pensamiento y acción van siempre juntos, son los tres hilos que giran la cuerda de la acción y reacción atando al ser a la rueda del eterno retorno samsara.