La ciencia del yoga define al ser humano, esencialmente, como un alma espiritual que está habitando temporalmente un cuerpo sutil y un cuerpo físico.
¿Por qué se nos hace tan difícil hoy comprender el Yoga como una ciencia?
El mundo actual hace que nuestras características más trascendentales pierdan su valor.
¿A qué se debe esto?
El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, ha hablado constantemente de nuestra sociedad, la ha nombrado entre muchas otras como una sociedad del espectáculo, y mucha razón hay en ello. Esta sociedad atravesada y construida por las tecnologías, por las redes sociales, por las pantallas e imágenes nos ha llevado a una sobreexplotación de la vista, de lo material, de lo superficial y de la exposición a un otro. Todo esto llevando a un olvido de nosotros mismo en sus características más trascendentales, como comprendernos en nuestro cuerpo espiritual. Nos dejamos deslumbrar por todo aquello que se hace superficial, la televisión y las ocupaciones del día a día. De esta manera olvidamos lo que somos y, al mismo tiempo, nos comenzamos a olvidar del mundo que nos rodea: ya no salimos a caminar por el bosque, sino que nos contentamos con ver cómo algún actor famoso camina por el bosque en la pantalla chica. Lo mismo ha sucedido con la ciencia del yoga, el mundo actual ha hecho que olvidemos lo que verdaderamente significa, ha reducido el profundo concepto del yoga a su conveniencia y nos ha dejado con la pobre idea de que el yoga no es más que un simple ejercicio físico.
El yoga no es análogo a la gimnasia o a la educación física.
Hablar del Yoga es hablar de una relación y toda relación implica un otro, es por ello que resulta complejo comprender el yoga, pues superficialmente se entiende solo como una serie de ejercicios que nos ayudan a desplegar el cuerpo y sentirnos bien, pero ¿qué hay más allá de eso? ¿acaso no sería muy limitado pensar en que solo somos un cuerpo? Y si es así, entonces ¿cuál es la relación que propone el Yoga?
Para re-comprender el yoga es importante poner en claro que no solo se trata de un trabajo físico, sino que va mucho más allá; es necesario que recordemos que el yoga es la promesa de la unión y el equilibrio personal que tiene lugar en el momento en el que el alma que habita nuestro cuerpo se encuentra con su verdadera motivación: con el supremo trascendental.
En este sentido, es menester que reivindiquemos la idea que se tiene de esta práctica para que toda la humanidad pueda volver a tener conocimiento de la posibilidad de liberación que esta antigua ciencia de la sanación completa y trascendental nos ofrece. Es posible que en el yoga los seres humanos puedan encontrar lo que tanto han buscado en pastillas psiquiátricas, en refugios para la tristeza que son dañinos tanto para su cuerpo como para su alma (como el alcohol o las drogas) e incluso en las diversas terapias psicológicas que se ofrecen para el cansado ser humano de los tiempos posmodernos. Sin embargo, este tipo de aflicciones son mínimas cuando aludimos al verdadero camino de la liberación que podemos emprender por medio de la ciencia del yoga.
Lee la segunda parte aquí
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El yoga no es análogo a la gimnasia o a la educación física.
Hablar del Yoga es hablar de una relación y toda relación implica un otro, es por ello que resulta complejo comprender el yoga, pues superficialmente se entiende solo como una serie de ejercicios que nos ayudan a desplegar el cuerpo y sentirnos bien, pero ¿qué hay más allá de eso? ¿acaso no sería muy limitado pensar en que solo somos un cuerpo? Y si es así, entonces ¿cuál es la relación que propone el Yoga?
Para re-comprender el yoga es importante poner en claro que no solo se trata de un trabajo físico, sino que va mucho más allá; es necesario que recordemos que el yoga es la promesa de la unión y el equilibrio personal que tiene lugar en el momento en el que el alma que habita nuestro cuerpo se encuentra con su verdadera motivación: con el supremo trascendental.
En este sentido, es menester que reivindiquemos la idea que se tiene de esta práctica para que toda la humanidad pueda volver a tener conocimiento de la posibilidad de liberación que esta antigua ciencia de la sanación completa y trascendental nos ofrece. Es posible que en el yoga los seres humanos puedan encontrar lo que tanto han buscado en pastillas psiquiátricas, en refugios para la tristeza que son dañinos tanto para su cuerpo como para su alma (como el alcohol o las drogas) e incluso en las diversas terapias psicológicas que se ofrecen para el cansado ser humano de los tiempos posmodernos. Sin embargo, este tipo de aflicciones son mínimas cuando aludimos al verdadero camino de la liberación que podemos emprender por medio de la ciencia del yoga.
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